
La serpiente enfaldada, la reyna de las ocho cabezas, la señora de garras en las mil manos, la furia misericordiosa se despierta. Brinca al mosh pit, las manos de la muchedumbre la empujan... y al ritmo del raggacore despliega un millar de mudras que acarician las manos salvajes. En frenesí, la furia se apacigua y se convierte en un movimiento que arrastra los jóvenes. Y ella sigue girando, hasta que sus órbitas salen de la calle y alcanzan el dnb en el Bar Mancera, donde su collar de pulsos batientes corona a nuevos danzantes, ignorantes de que los trazos de la emperatriz han alcanzado el UTA, donde sacude a las bacanales al ritmo del rock de la langosta. Y así sus pasos van marcando una línea punteada donde el amanecer está por aparecer para quebrar la noche.
ESTO YA ES VIEJO! ME LO CONTASTE HACE MUSHO...NEXT!
ResponderBorrarInteresante !!!!
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