El velo de los sueños que reservas para tu poza de secretos.
La insistente sensación de andar a contratiempo.
Las puertas cerradas y los abrazos nocturnos.
Los fantasmas colados por la ventana rota.
La promesa viril en tu pecho que empluma.
El olor a vinagre enredado en tu cabello.
Leer Howl en voz alta al ritmo de tus trazos.
Un beso medio dado, medio arrebatado.
La noche descobijando nuestras ansiedades.
Cuanto tiempo sin leerte, pero ha valido la pena.
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