20080107

Cama textual


神保町 Jinbocho te amo. Aunque Donceles me crió y luego lo engañe con las librerías en Alvaro Obregon en la Colonia Roma, caí irremediablemente ante tus pilas de libros, tus letras incomprensibles, tus libros de 100 yenes, tus ukiyo-e de 1 millon de yenes, el manuscrito de Terayama colgando la pared de alguna libreria.

A veces me pienso como un quijote asiático. Envenenado por libros de eras perdidas que ya no importan más. Qué pena de mí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario