Yogini (party mix)

Al VJ no le molesta que su arte en la pantalla se mezcle con Telehit en los monitores. El dubstep sonoriza los videos del pop mexicano: Apenas el preludio. Los pulsos rotos del break beat sacuden el pequeño bar del centro histórico. Al oirse el Sax mi piel se estremece, mis pies marcan el ritmo y el incontenible deseo de bailar me asalta. Los jovenes son prófugos de demasiadas escenas: al buscar algo nuevo varan en el atavismo del rock. ¿Slam? wtf!


La serpiente enfaldada, la reyna de las ocho cabezas, la señora de garras en las mil manos, la furia misericordiosa se despierta. Brinca al mosh pit, las manos de la muchedumbre la empujan... y al ritmo del raggacore despliega un millar de mudras que acarician las manos salvajes. En frenesí, la furia se apacigua y se convierte en un movimiento que arrastra los jóvenes. Y ella sigue girando, hasta que sus órbitas salen de la calle y alcanzan el dnb en el Bar Mancera, donde su collar de pulsos batientes corona a nuevos danzantes, ignorantes de que los trazos de la emperatriz han alcanzado el UTA, donde sacude a las bacanales al ritmo del rock de la langosta. Y así sus pasos van marcando una línea punteada donde el amanecer está por aparecer para quebrar la noche.